Documentos internos de Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, revelan una tendencia preocupante: el gigante de las redes sociales gana miles de millones de dólares anualmente con publicidad vinculada a estafas y la venta de productos prohibidos. Los documentos no reportados anteriormente, que abarcan desde 2021 hasta este año, exponen un sistema en el que Meta proyectaba ganar hasta el 10% de sus ingresos anuales, aproximadamente 16 mil millones de dólares, a través de esquemas fraudulentos de comercio electrónico, estafas de inversión, casinos ilegales en línea y la promoción de productos médicos prohibidos.
Escala del problema
El gran volumen de publicidad cuestionable es asombroso. Un documento de diciembre de 2024 indica que las plataformas de Meta muestran diariamente aproximadamente 15 mil millones de anuncios fraudulentos de “mayor riesgo”. Estos anuncios están marcados por los propios sistemas de advertencia internos de Meta como potencialmente fraudulentos. Estos anuncios contribuyen significativamente al flujo de ingresos de Meta, y la empresa obtiene alrededor de 7 mil millones de dólares al año sólo en esta categoría.
Tolerancia al riesgo: una estrategia calculada
Lo que es particularmente sorprendente es el umbral de intervención de Meta. Los documentos muestran que la empresa sólo prohíbe a los anunciantes cuando sus sistemas automatizados predicen una certeza del 95% de actividad fraudulenta. Si la certeza es menor pero aún sugiere una posible estafa, Meta no prohíbe al anunciante por completo. En cambio, aumenta las tarifas de publicidad, penalizando efectivamente al anunciante y al mismo tiempo obteniendo ganancias de su presencia. Este enfoque sugiere una estrategia calculada en la que Meta prioriza los ingresos sobre la prevención agresiva del fraude.
Publicidad personalizada y exposición a estafas
Los riesgos asociados con este enfoque se ven agravados por el sistema de personalización de anuncios de Meta. Este sistema ofrece anuncios basados en los intereses de los usuarios, lo que significa que aquellos que hacen clic en anuncios cuestionables probablemente vean más. En esencia, los propios algoritmos de Meta pueden crear un circuito de retroalimentación, exponiendo a los usuarios a contenido cada vez más dañino en busca de mayores ingresos publicitarios.
Proyecciones internas y cuantificación del abuso
Los documentos reflejan los esfuerzos de Meta para cuantificar la escala del abuso en sus plataformas y sopesar el impacto potencial de medidas más estrictas. Estas evaluaciones internas, compiladas por equipos de las divisiones de finanzas, cabildeo, ingeniería y seguridad de Meta, revelan una vacilación a la hora de tomar medidas enérgicas contra la publicidad fraudulenta de maneras que podrían afectar significativamente el desempeño financiero de la empresa.
Falta de supervisión regulatoria
La situación pone de relieve un problema más amplio: la falta de una supervisión regulatoria sólida en la industria de la publicidad en línea. Sandeep Abraham, ex investigador de seguridad de Meta y examinador de fraude, afirmó que si los reguladores no tolerarían que los bancos se beneficien del fraude, no deberían tolerarlo en el sector tecnológico. Esto subraya la necesidad de un mayor escrutinio de las prácticas de publicidad digital para proteger a los consumidores y mantener la confianza en las plataformas en línea.
Respuesta de Meta
En respuesta a las acusaciones, un portavoz de Meta argumentó que los documentos presentan una “visión selectiva” y “distorsionan el enfoque de Meta hacia el fraude y las estafas”. La compañía insiste en que su proyección interna fue una estimación “aproximada y demasiado inclusiva” y se negó a proporcionar una cifra actualizada. Meta afirma que “lucha agresivamente contra el fraude y las estafas” y destaca una reducción del 58% en los informes de usuarios sobre anuncios fraudulentos a nivel mundial durante los últimos 18 meses, junto con la eliminación de más de 134 millones de contenidos publicitarios fraudulentos hasta ahora en 2025.
En última instancia, estas revelaciones plantean serias dudas sobre el compromiso de Meta con la seguridad de los usuarios y las implicaciones éticas de priorizar las ganancias sobre la protección de sus miles de millones de usuarios contra estafas en línea y bienes ilegales.
Las revelaciones pintan un panorama complejo de una empresa que se enfrenta al desafío de equilibrar sus intereses financieros con su responsabilidad de proteger a los usuarios de daños. Si bien Meta afirma estar combatiendo activamente el fraude, los documentos internos sugieren un sistema en el que la búsqueda de ganancias puede permitir y perpetuar prácticas dañinas sin darse cuenta.

































